Los clubs deportivos no solo triunfan en los estadios o las canchas. También en la vida misma, en hacer un mundo mejor. Y eso es lo que logra el Club Hoquei Vila-seca gracias a su proyecto ‘Sumat a l’hoquei’, que potencia la Educación en Valores, más allá de la vertiente competitiva. El proyecto implica a toda la comunidad del club –jugador@s, entrenador@s, madres y padres- en iniciativas sociales.
El Club busca fomentar algo tan básico, pero al tiempo tan complicado, como el respeto y la tolerancia ya desde la base, desde los más pequeños.
¿En qué se plasma esa intención? Todos los jueves, alumn@s del Itinerario Formativo Específico (IFE) del Institut Cal·lípolis de Tarragona acuden al Pavelló Municipal d’Esports de Vila-seca. Allí, estos estudiantes dedican la mañana a practicar el Floorball, una variante del hockey en la que no se usan patines, y tanto el stick como la pelota están hechos de materiales diferentes.
Los y las jóvenes que participan en este programa son personas con diferentes tipos de discapacidad intelectual o enfermedad mental. El IFE, por tanto, es un currículum académico adaptado a sus necesidades y con la inserción laboral como objetivo principal. Una vez finalizado el itinerario formativo, las personas estudiantes de este programa educativo reciben un Certificado de Auxiliar en Mantenimiento de Instalaciones Deportivas. La práctica del deporte adaptado es parte del Currículum.
La actividad cuenta con la implicación activa del Club Hoquei Vila-seca. Las instalaciones del Pavelló permiten a los estudiantes hacer deporte a la vez que realizar las prácticas vinculadas a la formación que están cursando. La actividad transmite a los alumn@s los beneficios del deporte y la actividad física, sus valores -inclusividad, socialización y respeto a los demás-, y favorece su capacitación profesional.
Durante este año, también han ido realizando encuentros con otras personas estudiantes del Institut Narcís Oller de Valls y del Institut Andreu Nin de El Vendrell, así como de la Fundació Ginac de Valls i la Fundació Santa Teresa de El Vendrell. Todos ellos, que forman parte de proyectos similares en sus respectivos centros y localidades, tuvieron la oportunidad de compartir experiencias y conocer a otras personas. El objetivo esencial de la iniciativa es el de aprender y disfrutar del deporte y la compañía en un ambiente saludable.
En la actividad también participan personas de la Fundació Onada de Tarragona. Cada jueves se crea un sentimiento de hermandad y pertenencia. En el Pavelló puede verse, en ocasiones, como los grupos traen pancartas para apoyar, desde las gradas, a los y las compañeras que están en la pista, habiendo pasado, algun@s de ell@s a formar parte del staff técnico de equipos de la base del Club, junto con el resto de entrenadores.
El Club Hoquei Vila-seca no sólo cuida los Valores a nivel ‘externo’. También mima a los suyos. El club nació en 1975 y a día de hoy late con más fuerza que nunca. Es el premio al esfuerzo y a la voluntad, aunque en estos últimos años se ha implantado una filosofía que es ejemplo.
Otro punto importante de la Cantera es su Proyecto Académico. Desde esta temporada, cada equipo dispone de un tiempo semanal en un aula del instituto Ramon Barbat con una persona docente de la Fundación En Xarxa que les acompañará durante el curso escolar. Su misión consiste en ayudar a mejorar su planificación y técnicas de estudio, así como resolver dudas de sus tareas escolares diarias.
Poco tiene que ver el Vila-seca en la actualidad con aquella entidad que presumía de contar con el primer equipo en la OK Liga. Ahora ha cambiado el asunto, se presume de cantera. De formar a niños y niñas en el hockey, pero también en el rendimiento académico y en la vida en general.
Hace tres años se tomó una drástica decisión. Tocaba apostar por la base y no por el primer equipo. Se fomenta que el primer equipo se nutra de juveniles, juniors y jugadores seniors formados en la casa. Apostamos por la formación, comenta Matilla, miembro de la junta directiva y padre de un niño que ahora milita en la base.
Los resultados de esta apuesta por la cantera ya son visibles en números y en sensaciones. Hay más de 100 jugadores y jugadoras repartidos en los 11 equipos que hay en la Cantera. Desde la categoría de Escoleta, los más pequeños, hasta los juniors. Una hornada constante de talento que a veces vuela para felicidad de todos, tal y como confirma Matilla: "Somos un Club Formador y tenemos claro que los jugadores y jugadoras buenas se irán y eso debe ser un honor para el Club".
