El Seguici Popular de Tarragona ha podido celebrar en 2023 un triple cumpleaños: el Ball de Diables cumple 40 años, el Ball de Diables Infantil, 25, y la Víbria, recuperada en 1993 por los Diables Voramar del Serrallo, 30. La cultura más pelacanyes, más íntimamente ligada a las fiestas se consolida y con nuevas vestimentas, prueba de su vitalidad.
El Ball de Diables de Tarragona se recuperó el curso 1983-1984, gracias a la suma de la dinámica asociativa, la vertiente investigadora y los consejos prácticos ofrecidos por los Balls de Diables de l'Arboç, Reus, El Vendrell y Vilanova i la Geltrú.
Desde la recuperación del Ball de Diables de Tarragona, la entidad ha hecho una apuesta por el talento local, confiando el diseño del vestuario al artista de Alcover Antoni Torrell, que creó unos trajes con un diseño del todo innovador e incluso osado —el verde y el rosa no eran precisamente los colores clásicos empleados para ornamentar los trajes de los diables, que imprimía a la colla una fuerte personalidad y carácter sin romper con la estética de los balls de diables más tradicionales del Penedès y del Camp de Tarragona.
Los trajes fueron confeccionados en 1984 por las madres, padres y familiares de los jóvenes que emprendieron la recuperación del Ball de Diables tarraconense, y en algún caso por los diablos mismos. La indumentaria del arcángel San Miquel, después de cierta indefinición inicial, cogió como modelo la estatua barroca de este personaje de la Catedral de Tarragona.
Los ceptrots fueron obra del conocido herrero de Vila-seca Antoni Mas, que también hizo, con posterioridad, los complementos del vestuario del ángel.
El 1986 el Ball colabora con el Ayuntamiento para la recuperación del Àliga de la ciudad y, desde 1998, la entidad dispone de un Ball de Diables Infantil.
Posteriormente, en 1993, a consecuencia de su deterioro, se confeccionaron trajes nuevos con un diseño totalmente renovado. La experiencia vivida en un primer momento, impulsó a los miembros del Ball a confiar de nuevo en el alcoverense Toni Torrell, que presentó un diseño con el cual la entidad se ha identificado durante las últimas décadas, porque, a pesar de que en 2003 la colla renovó los trajes, son una réplica exacta de los de 1993.
Desde entonces el Ball no ha dejado de crecer, se ha convertido en uno de los principales promotores de la Festa Major y ha hecho una apuesta especial para fomentar la Festa Mayor Petita de Tarragona (la versión infantil del Seguici), recuperando la versión infantil del Àliga (2008) y organizando varios acontecimientos de referencia en el marco de la cultura popular tarraconense.
El día 30 de marzo de 2012, el Ball de Diables de Tarragona acordó, en asamblea y por mayoría, renovar los trajes de la entidad y buscar un nuevo diseño que identificara esta nueva etapa del Ball. También se designó una comisión, la cual consideró oportuno proponer una colaboración con la Escola d’Art de la Diputació de Tarragona y crear un concurso de ideas, abierto a los estudiantes de diseño, con el fin de conseguir la imagen de los nuevos trajes del Ball de Diables de Tarragona. Este concurso lo ganó la estudiante de diseño Tamara Huete y los nuevos trajes se presentaron en sociedad durante las fiestas de Santa Tecla de 2013.
Con motivo del 40.º cumpleaños de la recuperación del Ball de Diables de Tarragona (en 2023), la entidad encargó nueva indumentaria al ilustrador tarraconense Edu Polo, que ya fue el creador de la imagen gráfica del trigésimoquinto cumpleaños en 2018.
Treinta años de la Víbria
También para la Víbria de Tarragona 2023 ha sido un año especial. Hace treinta años, en 1993, la Colla Diables Voramar del Serrallo que solo tenía tres años de vida, decidió crear una pieza que no había sido documentada históricamente en la tradición festiva de Tarragona: la Víbria. Es por eso que la Víbria recibe el sobrenombre de Serrallenca.
La propuesta gustó a la Comissió Assessora del Seguici Popular que dio permiso para que el proyecto saliera adelante.
El encargado de diseñar la pieza fue Josep Agustí y el 20 de septiembre, tres días antes de Santa Tecla, esta se presentó.
A pesar de que actualmente son más treinta personas las que hacen posible que la Víbria desfile por las calles, la realidad es que durante los primeros años, costó mucho que la gente se animara. Desde entonces la evolución de la Víbria de Tarragona ha sido más que positiva.
El compromiso de decenas de personas se imprescindible para que la entidad continúe viva. Y es que un año para la Víbria es frenético. Más allá de la Festa Major, la entidad participa en muchas salidas y muchas actividades. Ya hacía años que uno de los objetivos era dar la posibilidad a los más pequeños. Por este motivo, el septiembre de 2006, la Colla de Diables Voramar del Serrallo y la Víbria de Tarragona presentaron a la ciudadanía la Vibrieta.
"Es una manera de dar protagonismo a los más pequeños. Es bastante ilusionante ver como los niños y niñas empiezan llevando la Vibrieta y acaban formando parte de la Víbria ", comenta Carme Rodríguez, miembro desde hace años de la Víbria.
El pasado domingo 17 de septiembre se celebró la fiesta de cumpleaños de la Víbria y se aprovechó para presentar los nuevos trajes de los portantes de la Víbria con una combinación de blanco y rojo. En la fiesta la Víbria reunió diez collas de fuego provenientes de El Vendrell, Sant Jaume dels Domenys, Mataró y Cervera entre otros lugares.
El 24 de junio celebraron otro encuentro en el Serrallo con una docena de piezas de El Vendrell, Terrassa, Riudoms, Vallirana, La Canonja, Salou y Santa Margarida.
